La (Correcta) Alimentación de los Caballos

En cuanto a la alimentación de los caballos, hay unos cuantos principios elementales que hay que respetar, consecuencia directa del funcionamiento de su sistema digestivo, así como del estado (no natural) de estabulación al que los hombres hemos sometido a los caballos.

También unos dientes que crecen continuamente, y que tienen que desgastar de manera conveniente para mantener su estado correcto.

Son animales que salivan mucho (hasta 40 L por día) con un estómago muy pequeño, diseñado para alimentarse en libertad, durante 16-18 horas al día, a base de pequeñas y continuadas raciones de hierba. Su estómago es muy pequeño, y produce ácidos gástricos permanentemente. La saliva ayuda a neutralizar estos ácidos y protege el revestimiento más sensible del estómago contra los ácidos. Pero los caballos solo producen saliva cuando mastican. Por ello, alimentarles con grandes cantidades de comida seguido de horas y horas de ayuno, sobrecarga su sistema digestivo, y pronto o temprano causa problemas gástricos. El 80% de los caballos muere de cólico. Un dato muy relevante que habla por sí solo.

“Pequeñas porciones dadas frecuentemente” – es un concepto muy simple, aceptado por todos los expertos en nutrición equina y veterinarios como la forma correcta de alimentar a los caballos. De manera ideal, debería darle a su caballo puñados de comida durante todo el día y la noche.

El dispensador LFP-ANIBAL simula el comportamiento natural del caballo pastando, dispensando de manera automática pequeñas cantidades durante el curso del día y de la noche, que usted puede programa de manera muy sencilla, hasta en doce ocasiones al día.

Una alimentación, basada en la entrega de pequeñas porciones, reducirá drásticamente las úlceras gástricas y por lo tanto el riesgo de padecer cólicos.

A su vez, al producirse las comidas siempre exactamente a las mismas horas y en las mismas cantidades, sin depender de la puntualidad o la disponibilidad de la persona que los alimenta, se produce en los animales una reducción muy importante del estrés, lo que lleva a la calma, y la erradicación de comportamientos y malos hábitos adquiridos en la cuadra. Es bien sabido que los caballos son animales que necesitan una rutina en todos los ámbitos en general, y en la alimentación en particular.

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